Cuentos de hadas
La cuestión es que es difícil dejar que los cuentos de hadas
desaparezcan. A casi todo el mundo le queda una mínima esperanza de que un día abrirá
los ojos y verá que se han hecho realidad.
Cuando el día llega a
su fin, la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas. Es como si un
día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habías soñado.
El castillo puede no ser un castillo y el sapo puede no ser un príncipe.
No es tan importante eso de ser felices para siempre, basta
con ser felices en el momento.
A veces, muy de vez en cuando, la gente puede
darte una grata sorpresa; de vez en cuando la gente te deja sin respiración.
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