Otro día gris

Alguien me dijo una vez que la convivencia es tan dura y complicada que consigue matarlo todo. Es capaz de arrasar con una amistad, con una relación e incluso con el amor. Y todo por pretender cambiar al otro o por descubrir su verdadero yo.

Hoy esas palabras no han hecho otra cosa que retumbar en mi cabeza. Y yo solo he sabido subir los decibelios de la música, secarme las lágrimas, ponerme mis zapatillas favoritas, esas que me ayudan a pisar el mundo con más fuerza y seguridad, asumirlo, armarme de valor y seguir. Pero seguir nunca fue fácil, y menos después de una decepción, de unas palabras que llevaban demasiado tiempo guardadas y salieron como verdaderos monstruos haciendo más daño del que querían y de un se acabo. Un se acabo que se clavo como millones de cristales en un frágil corazón. Un se acabo que hizo replantearme volver a ponerme mi coraza.

Y así una vez más queda demostrado que las relaciones no son planas: vienen y van.

Y hoy será otro día gris más que añadir a mi colección. Y como dice supersubmarina empezó la guerra fría, el tiempo de la anarquía empieza con algo gris.

Beatriz Sánchez