Lo que nunca busque




Jamás quise ser la persona de nadie.

Jamás quise escuchar de tus labios aquellas palabras: “eres mi persona”.

Jamás quise el cambio que supusieron.

Jamás quise ser la persona a la que más querías, ni la que más te importaba, ni por la que más te preocupabas.

Nunca lo quise, mejor dicho nunca lo busque. Y negarlo solo era otra forma de no saber afrontarlo, otra forma de demostrar el miedo que me causaba reconocer que también era mi persona, que también la quería, que me importaba y me preocupaba por ella. Pero no puedo permitirme ser el pilar de nadie, ser el alguien con el que compartes tus días, ser esa persona a quien decides recurrir para tus alegrías, tus logros, tus fracasos y tus penas, no soy esa persona. No puedes depender de mi tanto, no puedes depender de alguien independiente, ni de alguien con mil fantasmas, de alguien a quien le da miedo el cambio.

Esas fueron las últimas palabras que le dirigí, esas fueron las palabras que le destrozaron el alma, que abrieron una brecha entre nosotros.

Estaba dejando que el miedo tomara la decisión por mí, había vuelto a dejar que se apoderara de mí.



Pero la realidad es que estaba huyendo, otra vez…



Beatriz Sánchez

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