Mamitis crónica
Simplemente quiero volver a mirar la vida con los ojos de un
niño.
Quiero correr entre las hojas del otoño y hacer ángeles de
nieve en ellas, dejarme el paraguas en casa, saltar en los charcos y mojarme
los pies, subirme al columpio esperando llegar tan alto que crea que toque las
nubes. Quiero explotar globos con los
pies y reírme sin parar. Quiero que el
dolor de estómago me lo cause la risa. Quiero soltar todo el aire, enfadarme y dejar de
respirar. Quiero patalear y dar portazos, aunque nunca fui de rabietas. Quiero
empacharme de caramelos, sentir el dulce sin preocuparme de los granos ni de
las dietas. Quiero que me arropen y me den mi beso de buenas noches, ese que
tanto echo de menos. Quiero hacer cosas
por impulsos y preocuparme al día o a la semana siguiente de las consecuencias.
Únicamente quiero encontrar mi perdido rumbo nuevamente y si
para ello necesito volver a ser un niño…que así sea.
¿Quién no quiere volver?
Beatriz Sánchez
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