Segundas oportunidades





Después de sufrir, después de la tormenta, después de llorar desconsoladamente por ti. Empiezo a darme cuenta de que fui una ilusa.

Ahora sé que me usaste y me tiraste como un libro viejo a la hoguera. Pero lo peor de quemarse es la cicatriz que queda impresa en la piel.

Después de dejarlo todo por intentar un futuro juntos, te buscaste un libro nuevo. Por supuesto que a todos nos gusta abrir un libro nuevo e inhalar su aroma, es una delicia, pero no siempre lo nuevo es lo mejor, quizás nos precipitemos por su atractiva apariencia y quizás nos llevemos una decepción.

Después de necesitar ayuda para levantarme, ahora sé que te marchaste dejándome olvidada en un rincón, como un juguete roto, porque aunque no lo parezca yo también me rompo.

Después de tropezar mil veces y finalmente caer, después de sentir un huracán dentro de mí, después de empezar a recomponerme vuelves. Jamás entendí al destino.

Pero ahora sé que aquel libro nuevo te decepciono y vienes a recuperar el que tiraste a la hoguera, ahora si quieres ese juguete roto del rincón.

Por fin he abierto los ojos y me doy cuenta que no me convienes.

Después de haberme usado, después de haberme herido, después de oírte jurar en vano, después de que digas un te quiero como quien dice un adiós, después de ver como realmente eres, después de ver que sufrí para nada, llegas implorando perdón, pidiendo una segunda oportunidad, intentas confundirme, pero a veces la vida no las da.


No todo en la vida son segundas oportunidades.


No todos los juguetes rotos se pueden arreglar.





Beatriz Sánchez

Comentarios

Entradas populares