Leal es quien jamás te pregunta porque lo hiciste.

No le interesan las razones, tus motivos tendrás.

Si estas en un apuro se mete hasta el cuello contigo.

Si te juzgan por lo que sea, testifica sin siquiera conocer el delito.

Si llevas un cadáver en tu maletero, se presenta con una pala.

Si te encuentras una piedra enorme en el camino, se agacha, la levanta y te pregunta a quien hay que apedrear.

O si algún día te falla la memoria, sonríe, te canta la canción de tu corazón y te recuerda quién eres.

Eso es lo que yo llamo AMISTAD.

El conjunto de tus personas leales y a las que tú les profesas lealtad.

Es lo que yo llamo FAMILIA.

Aquella que nunca te decepciona porque jamás conjugaron el verbo fallar.

Los que están todo el tiempo sin necesidad de verte cada día.

Los que saben que el contador de tu ausencia esta siempre a cero.

Y el de tu presencia jamás depende de si estas o no estas.

Tú, que hiciste crecer mi familia, gracias.


(Extracto modificado del artículo La familia leal de Risto Mejide)


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