Secretos

¿Y si te cuento un secreto? Pero lo hago muy muy despacito.

Te he estado escribiendo, escribiendo en secreto. Cuando nadie miraba, cuando nadie me prestaba atención. Realmente te he estado escribiendo sin siquiera yo saberlo.

Solo decirte, que a veces, a ratos, te echo de menos. Pero muy poquito. Y me duele entender que es así como tiene que ser, pero en el fondo, muy en el fondo, lo entiendo.

De sobra sabes que tengo que mantener esa postura de odio, pretender que no me importas. Porque si lo hiciera me derrumbaría una y mil veces.

Tampoco te creas que eres lo más importante de mi vida, no, ya no. Pero lo fuiste.

Y a veces duele recordarlo. Cada vez menos, pero duele.

Por eso solo te echo de menos, a veces, a ratos. Pero hay días que llevan escrito tu nombre, y mataría por abrazarte una última vez.

Voy a ser sincera, pero que sepas que si algún día me lo recuerdas negaré haber dicho tal cosa:

“La tormenta que creaste en mi pecho,

fue preciosa”

Beatriz Sánchez